Santos escogió la sede más costosa para los Juegos: ¿Qué pasó con la austeridad?
La de Bolívar, $140 mil millones para nuevos escenarios. Atlántico, $40.000 millones exclusivamente para organización. ¿Por qué cambiaron al director de Coldeportes?
A comienzos de este año el Presidente, Juan Manuel Santos, advirtió que continuaría con un riguroso plan de austeridad en el gasto estatal, como plan de choque ante la baja de los precios del petróleo en los mercados internacionales.
Sin embargo, en la práctica, no existe coherencia con lo que se predica. Al menos es la primera gran conclusión sobre la decisión del Presidente Santos de otorgar la sede de los Juegos Nacionales 2019 al departamento de Bolívar.
Si bien cualquier región del país merece ser sede para un evento de esta magnitud, la lógica indicaría que las decisiones deben fundamentarse en estrategias económicas y financieras que apunten a disponer la mayor infraestructura y organización, al menor costo posible.
En este caso, el departamento de Bolívar y el Distrito de Cartagena propusieron, de manera conjunta, un componente financiero por 140 mil millones de pesos para inversiones en nuevos escenarios deportivos.
De esa cifra, $45.000 millones serían aportados por la Gobernación, $45.000 millones por el Distrito y $55.000 millones por la Nación.
Por su parte, el Atlántico también presentó una propuesta conjunta, por $40.000 millones, de los cuales $10.000 millones serían aportados por la Gobernación, $10.000 millones por el Distrito y $20.000 millones por la Nación.
A diferencia de la anterior propuesta, el componente financiero presentado por el Atlántico fue exclusivamente para organización y logística, teniendo en cuenta que para los Juegos Nacionales 2019 se utilizarían los nuevos escenarios previstos para los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018. Es decir, cero peso en infraestructura. Los Juegos Centroamericanos representan un compromiso del Distrito, el departamento y la Nación, a nivel internacional, por lo cual las obras fácilmente podrían utilizarse en Los Juegos Nacionales, sin recurir a inversiones adicionales, aplicando, ahí sí, la austeridad pregonada por el Presidente Santos.
Esto significa que la del Atlántico representaba el 28,57 por ciento de lo propuesto por Bolívar.
Como componente adicional, Atlántico ofreció hospedaje, transporte y alimentación gratuita para la totalidad de las 32 delegaciones, para revivir lo de los Juegos Nacionales de 1980 cuando por última vez fueron organizados de esa manera.
Antioquia, a su turno, también presentó una propuesta económica, teniendo en cuenta la infraestructura construida con ocasión de los Juegos Suramericanos.
Por esta razón, independientemente que se le hubiese otorgado al departamento de Bolívar, la decisión parecería obedecer a otras razones más que las estrictamente económicas.
Más aún con la justificación dada por el Presidente Santos al momento de anunciar la decisión, en el sentido que se había comprometido con el anterior Gobernador, Juan Carlos Gossaín y su entonces Secretario de Deportes Dumek Turbay, a entregarle la sede si el departamento se posicionaba entre los 5 primeros lugares de los Juegos Nacionales de 2018. Es decir, sin tener cuenta la evaluación de las propuestas que fuesen presentadas. ¿Adjudicación a dedo? ¿Burla para quienes presentaron y sustentaron las propuestas?
Lo que también llama la atención es que, de manera simultánea, el Presidente Juan Manuel Santos anunció la salida del director de Coldeportes, Andrés Botero Phillisbourne, nombrando en su reemplazo a la vallecaucana Clara Luz Roldán.
Precisamente, Botero lideró todo el proceso organizativo de los Juegos Nacionales 2019, los Juegos Centroamericanos y los Juegos Bolivarianos y cuando loscmismos prácticamente entran en su recta final, es relevado del cargo. Lo que indica que la nueva directora debe retomar temas trascendentales como éstos, lo que pudiera generar serios inconvenientes en la organización de los mismos.
¿Decisiones ‘aústeras’, políticas o de ‘paz’?